Los Siete Pecados Capitales son una clasificación de los vicios mencionados en las primeras enseñanzas del Cristianismo y Catolicismo para educar e instruir a los seguidores sobre la moral. La Iglesia católica romana divide los pecados en dos categorías principales:
- Pecado venial, son relativamente pecados menores y pueden ser perdonados a través del sacramento.
- Pecado mortal, al ser cometidos destruyen la vida de gracia y crean la amenaza de condenación eterna a menos que sean absueltos mediante el sacramento de la penitencia, o siendo perdonados después de una perfecta contrición por parte del penitente.
En un principio, los pecados eran una advertencia respecto de cómo administrar la propia conducta. No se trataba como en los diez mandamientos, de ofrecer las tablas de la ley, sino de mostrar los peligros higiénicos que podrían asechar a las almas. Se trató de un listado de advertencias sobre los peligros que puede acarrear la desmesura frente a lo deseable. Hoy existe una versión más simplona de esas advertencias, que son los libros de autoayuda, donde encuentras unas fórmulas para no engordar y otras para ser feliz en tres lecciones. Aquí los Siete Pecados Capitales:
SOBERBIA
Ser soberbio es básicamente el deseo de ponerse por encima de los demás.
No es malo que un individuo tenga una buena opinión de sí mismo —salvo que nos fastidie mucho con los relatos de sus hazañas, reales o inventadas—, lo malo es que no admita que nadie en ningún campo se le ponga por encima.
Ser soberbio es básicamente el deseo de ponerse por encima de los demás.
No es malo que un individuo tenga una buena opinión de sí mismo —salvo que nos fastidie mucho con los relatos de sus hazañas, reales o inventadas—, lo malo es que no admita que nadie en ningún campo se le ponga por encima.
GULA
El pecado de la gula es el ansia inmoderada de comer, de beber, ese afán de asimilarse Es un pecado que nos deja un poco perplejos en este mundo dietético en el que estamos, choca tanto con la ética como con la estética
La gula se transforma en pecado cuando ofende el derecho y las expectativas del otro al comer lo de los. demás, acaparar y dejarlo con poco o nada. Olvidar eso sería el peor pecado o la peor forma de gula en nuestro tiempo.
El pecado de la gula es el ansia inmoderada de comer, de beber, ese afán de asimilarse Es un pecado que nos deja un poco perplejos en este mundo dietético en el que estamos, choca tanto con la ética como con la estética
La gula se transforma en pecado cuando ofende el derecho y las expectativas del otro al comer lo de los. demás, acaparar y dejarlo con poco o nada. Olvidar eso sería el peor pecado o la peor forma de gula en nuestro tiempo.
Lo que da fuerza al dinero es la necesidad de intercambio, que los seres humanos requieran cosas unos de otros. Si no se deseara nada, no habría tenido sentido inventar el vil metal. El dinero permite generar un elemento que te da acceso a algo que tiene otro y tú quieres. De no existir, las variantes serían pocas: el trueque, pero allí necesitas que al otro le interese lo que tú le ofreces.
El avaro es el que convierte este acuerdo social en una idolatría, sin entender la utilidad del dinero, que es absolutamente virtual. Si se tratase de cupones que dijeran: “Vale por un refrigerador” o “Vale por una merluza en salsa verde”, tendría un interés más limitado. La gracia del dinero es que tiene un número y no te dice qué puedes hacer con él.
IRA
La ira, esa pasión arrebatadora, esa furia que de vez en cuando nos convierte en auténticas fieras. En apariencia somos personas como las demás, y ante un pequeño estímulo, o una provocación, nos transformamos en auténticos salvajes.
El pecado de la ira es una cuestión de grados. Es un movimiento, una reacción que puede indicar simplemente que estamos vivos y, por lo tanto, nos revelamos contra injusticias, amenazas o abusos.
La lujuria es uno de los pecados más escandalosos, y también de los más tentadores. Gracias a ella, todos vinimos al mundo.
¿Pero cuál es realmente la esencia mala de la lujuria? ¿En qué sentido quienes no tenemos especial afán puritano podemos encontrar algo defectuoso en el exceso de la lujuria? Tengo claro que si hay algo bueno en ella es precisamente el placer.
Creo que el placer es bueno, sano y recomendable. Si hay algo malo en la lujuria, será el daño que podamos hacer a otros para conseguir goce, al abusar de ellos, aprovecharnos de la inocencia de menores o de gente que por su situación económica tiene que someterse.
La pereza es la falta de estímulo, de deseo, de voluntad para atender a lo necesario e, incluso, para realizar actividades creativas o de cualquier índole. Es una congelación de la voluntad, el abandono de nuestra condición de seres activos y emprendedores.
La pereza siempre encuentra excusas. Es perezoso quien renuncia a sus deberes con la sociedad, con la ciudadanía, quien abandona su propia formación cultural. Aquel que tiene pereza de convertirse en más humano.
ENVIDIA
La envidia es tristeza ante el bien ajeno, no poder soportar que al otro le vaya bien, ambicionar sus goces y posesiones, desear que el otro no disfrute de lo que tiene.Es un pecado profundamente insolidario, que también tortura y maltrata al propio pecador. Podemos aventurar que el envidioso es más desdichado que malo.
El envidioso siembra la idea, ante quienes quieran escucharlo, de que el otro no merece sus bienes. De esta actitud se desprenden la mentira, la traición, la intriga y el oportunismo.
PROXIMAMENTE...